El prólogo que Walter Benjamin escribió, en 1923, para su traducción de los Tableaux parisiens de Baudelaire, iba a convertirse, décadas más tarde, en uno de los documentos centrales del debate sobre traducción, teoría de la literatura, teología, deconstrucción y hermenéutica. Como dice Nora Catelli, "hacia finales de los años setenta del siglo XX ´La tarea del traductor´ abandonó su lugar marginal y se transformó en un texto apátrida". Apátrida por lo inespecífico y, a la vez, seminal debido a su potencia y sus posibilidades interpretativas. El presente volumen es un recorrido de ese texto y sus derivas: recorrido en sentido literal, puesto que Catelli glosa y expande cada uno de sus doce párrafos. Recorrido en sentido histórico: de cómo ese prólogo, escrito para ocupar una posición liminar en la traducción de uno de los clásicos de la modernidad -del poeta que ocupó a Benjamin durante buena parte de su trabajo sobre literatura-, se convirtió en un capítulo ineludible del devenir intelectual del siglo XX. Y, en fin, recorrido de lo más relevante de la constelación que orbita en torno a ese escrito de Benja