Mark Strand (Prince Edward Island, 1934-Nueva York, 2014), Premio Pulitzer en 1999 por su libro Tormenta de uno, y Wallace Stevens en 2004, es uno de los poetas estadounidenses más importantes del siglo XX. Heredero de Stevens y emparentado con la Escuela de Nueva York, Strand es un poeta realista que nunca olvida el cuidado del lenguaje ni la continua reflexión sobre la forma. Su capacidad para indagar en los paisajes del inconsciente con las herramientas más lúcidas del realismo lo distinguen tanto de sus antecesores como de sus compañeros de generación. Strand es único en su tiempo no solo en el contexto estadounidense sino en el de la poesía universal. Su obra transcurre en un territorio poético que él mismo identificó como «el yo, los límites del yo y los límites del mundo: esa tierra sombría entre el yo y la realidad». Ningún sitio adonde ir recoge una amplia selección de la obra poética de Mark Strand, desde el inicial Durmiendo con un ojo abierto (1964) hasta su último libro, el conjunto de poemas en prosa titulado Casi invisible (2012). Su poesía, de aparente claridad, construye un mundo en el que se superponen los estratos de lo visible y lo invisible, donde conviven tanto la vida vivida como todas aquellas soñadas o abandonadas por el camino. El personaje de sus poemas habita la banalidad del mundo sin estar del todo presente en él, porque percibe todos los otros mundos posibles. Uno de los rasgos característicos de la poesía de Strand es que no busca un final que sea un cierre rotundo, sino otro que sea una apertura inagotable de sentidos.