Leer hoy a Maquiavelo no es un anacronismo. No sólo porque se lo considera uno de los fundadores de la moderna teoría política, sino porque la realidad sigue dando la razón a sus análisis de la acción política. La tentación de conservar el poder a cualquier precio no fue exclusiva de los príncipes renacentistas. Los gobiernos democráticos también son alcanzados por el deseo de un poder sin límites y total. Situación ésta que hace inevitable una reflexión sobre el lugar del poder en la institución social, pues no cabe reducirlo a mero instrumento sin que se resienta su legitimidad ni es posible desprenderse de él sin que las sociedades humanas queden expuestas a la autodestrucción. Lefort se enfrenta a esta paradoja, pasando por algunas de las interpretaciones ejemplares del pensamiento de Maquiavelo (Antonio Gramsci, Leo Strauss) y procediendo a una nueva lectura de su obra, dejándose guiar por su discurso y atendiendo a la experiencia de lo político que movilizan sus principales textos (El Príncipe, los Discorsi). La presente edición se completa con una conversación inédita con Lefort acerca de «la Ciudad dividida y el sentido del republicanismo», donde éste expone sus reflexiones más recientes sobre la importancia de Maquiavelo para comprender las sociedades políticas democráticas.