Junio de 2018. El único candidato a la presidencia de la FIFA, el sueco Roger Fredriksson, es asesinado en el Palacio Nacional del Kremlin de Moscú pocos minutos antes de asumir el cargo. Entre los miles de asistentes al acto se descubre la presencia de una de las terroristas implicadas en los múltiples atentados previos a la celebración de la Eurocopa de dos años antes. El entonces máximo responsable de la investigación, el agente británico George Mitchell, se tendrá que poner al frente de un nuevo equipo, desplazarse a la capital rusa y descubrir quién está detrás del magnicidio cuando falta menos de una semana para el inicio de la Copa del Mundo. Todo ello mientras sobrevive a los tentáculos de la corrupción que rodea al máximo organismo del fútbol mundial.