El cadáver de una mujer es hallado en un bosque de Virginia. En su muñeca, el homicida ha dejado un reloj de pulsera con un extraño símbolo. Se trata de la primera víctima de un asesino en serie que tiene en vilo a la población de Wrightsburg. Su proceder es escalofriante y metódico: siempre deja en la escena del crimen un reloj al que detiene en una hora concreta. Sean King y Michelle Maxwell son llamados a participar en la investigación del caso. Una desagradable sorpresa va a enturbiar aún más su trabajo: la supuesta aparición de un segundo asesino que reproduce los crímenes cometidos por el primero. Retomando los protagonistas de Una fracción de segundo, Baldacci demuestra una vez más que es uno de los escritores de thrillers más destacados de la actualidad.