Eitan y Wahida están enamorados. Ella es una estudiante neoyorquina, árabe, de origen marroquí;él, un joven científico, alemán de origen israelí, residente en Nueva York, y en permanente conflicto con su padre judío, defensor a ultranza de la herencia e identidad familiar. Víctima de un ataque terrorista en el puente Allenby, Eitan entra en coma. En este espacio-tiempo suspendido recibirá la visita obligada de sus padres y abuelos, mientras el odio y las ideologías retorcidas se manifiestan como demonios, y los pájaros de la desgracia atacan con saña los corazones y la razón de cada uno. «Cuando la flecha está en el arco, tiene que partir», dice un refrán, y Wajdi Mouawad sitúa a cada personaje en el disparadero para confrontarlos crudamente con la verdad más íntima, privada y secreta de su propia existencia y de la de los otros.