Hace años que la evaluación del riesgo en el arbolado urbano se ha convertido en una parte muy importante de cualquier contrato de mantenimiento de zonas verdes y arbolado viario en las ciudades españolas. El objetivo de dicha evaluación debería ser, en todos los casos, detectar los problemas, analizarlos y realizar propuestas encaminadas a salvar árboles, no cortarlos. Es evidente que, actualmente, no disponemos de las herramientas suficientes para realizar evaluaciones lo más cercanas posibles a la realidad y este hecho, junto con la falta de formación de los actores que intervienen en este tipo de evaluaciones, nos ha llevado, nos lleva y nos seguirá llevando a eliminar arbolado de nuestras ciudades sin una justificación técnica válida. Introducción al modelo 2AL de cuantificación de riesgo que, confiamos, sea una herramienta útil en el primer acercamiento evaluador (F1) a una población de árboles en cualquier ciudad y evite esos primeros diagnósticos erróneos con resultado de tala.