Con 16 años me diagnosticaron un Sarcoma de Ewing, un Cáncer raro, que estaba muy avanzado, el pronóstico era de 3 meses de vida y el tratamiento muy duro, alguna mañana escuchaba que no saldría vivo de ese día. Decidí que mientras respirara, lucharía, cada segundo sería de vida, con unas enormes ganas de vivir, mi actitud, y visualizando que eliminaba el Cáncer ayudaría a curarme.