Tercer libro de poemas de Vega Cerezo, es como una de esas piedras deslumbrantes que buscábamos de niños en la tierra. Esas que algunas raras veces aparecían entre otras vulgares, apagadas, semejantes entre sí, piedras que no ofrecían ùa nuestros ojos necesitados de bellezaù ninguna forma, ninguna arista, ningún color ni textura memorables. Así este libro: entrañable y poderoso, un libro para volver a él una y mil veces, para tenerlo siempre cerca, para hacer de él un objeto que medie entre nuestro cuerpo y el mundo, un objeto que a la vez desnude y embellezca la brutalidad del mundo, un objeto que a la vez nos exponga y nos proteja de esa brutal belleza.