Este libro, que incluye una introducción y un epílogo extraordinarios de puño y letra de Lipsky, muestra de manera asombrosamente fiel al Wallace conocido por sus lectores: esa mente lúcida, abierta, chisporroteante, divertida y, en ocasiones, retorcida que pulula en sus novelas, narraciones y ensayos. Un sujeto de grandes dimensiones físicas, humanas e intelectuales, que sucumbió al desenfreno mental de la celebridad mal entendida y supo recuperarse para seguir entregando a sus seguidores alma y cabeza a partes iguales. El lector verá a Wallace y Lipsky conversar sobre fama, literatura, cine, música y la vida en general, mientras juegan al ajedrez, pasean a los perros de Wallace, éste da una de sus divertidas clases universitarias, se atiborran de comida, fuman o se desplazan.