El relato de la historia vital de todo hombre pasó de estar en manos divinas, dioses caprichosos jugadores con el devenir de una criatura inferior, débil, y sobre todo, mortal, a la fuerza de una razón y voluntad que cada individuo utiliza como propia brújula en el curso de su vida, en el legado de su existencia, siendo él mismo su responsable. La historia de los tres hermanos, Alter, Desider y Jesuel. Ellos aparecen atravesados por una herencia, que al igual que otros determinismos, como infinitas combinaciones del azar, influirá en que sus vidas no sean como ellos desearan, mal que les pese.