Mariluz Escribano desgrana una trayectoria vital marcada por la ausencia del padre, la llegada de los hijos y su compromiso social militante con Granada y con la literatura. La de Mariluz Escribano es una poesía que usa el lenguaje como herramienta de complicidad con el hombre de la calle que, siente, vive, ama y recuerda. Una poesía comprometida y accesible, cargada de sentidos y abierta a las miradas de los otros que son los que la completan.