Cada año, millones de personas pasan bajo las bóvedas tabicadas de Guastavino en espacios históricos de todos los Estados Unidos, desde la Sala de Registro de Ellis Island (1917) hasta el Biltmore Estate en las montañas de Carolina del Norte (1895), y desde el Capitolio del Estado de Nebraska (1932), en Lincoln, hasta los e dificios del campus de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh (1912). Sin embargo, son pocos los visitantes que aprecian la aportación de la familia valenciana Guastavino a la arquitectura estadounidense y las condiciones que propiciaron que las bóvedas tabicadas de Guastavino fueran durante décadas uno de los sistemas estructurales preferidos.