Análisis de los tres grados de la Masonería Simbólica. Recuerdo que, cuando acababa de ser iniciado, mi estado de ánimo solo se podría describir como caótico, únicamente recordaba a medias los incidentes de la ceremonia y no comprendía todo, mientras era consciente de un cierto sentimiento de decepción, aunque no sabría decir por qué. No habría podido poner en palabras lo que yo esperaba exactamente, pero me recuerdo pensando que la solemnidad de la obligación que había contraído era desproporcionada en relación con los secretos que se me habían transmitido. Desde entonces he conocido a muchos masones que me han confesado un sentimiento similar y es con objeto de ayudar durante este difícil período a los hermanos recién iniciados por lo que he escrito este libro.