Combinando la ecología política latinoamericana con la crítica ecológica marxista, explora la producción literaria y discursiva regionalista durante la Gran Depresión (1930-1940) como una forma precursora de conocimiento socioecológico y ecología política. Se detiene en cómo los intelectuales latinoamericanos desarrollaron modos de escribir y pensar la brecha metabólica y el impacto social y cultural de la colonización de la naturaleza, avanzando una historia natural del Capitaloceno.