Reddick es un joven pintor frustrado que vive en Brooklyn. A la espera de abrirse camino en el feroz mundo artístico neoyorquino, trabaja para una empresa que se dedica a montar exposiciones en las viviendas de la gente más acaudalada de Manhattan. Una gélida noche, en un callejón al lado de su casa, se encuentra a una desconocida con la que charla un rato antes de que ella desaparezca bruscamente. El descubrimiento de que se trata de la novia del heredero de un emporio inmobiliario dará un vuelco a su vida. Decidido a saber qué ha sido de ella ante la indiferencia general, Reddick se convertirá en un detective accidental, recorriendo sin descanso las calles de Nueva York para encontrarla y despejar un sinfín de inquietantes incógnitas.