Burgos, 1970. Mario Onaindia, uno de los juzgados en el Consejo de guerra que tiene lugar en la ciudad, acusa al tribunal militar franquista de la represión que sufre el pueblo vasco. Al poco, y puño en alto, empieza a entonar el "Eusko Gudariak", seguido por el resto de los acusados. Algunos de los militares desenvainan sus espadas y desenfundan sus pistolas y, en algún caso, apuntan y se abalanzan hacia los procesados. Aquel momento, rememorado a través del tiempo, permaneció como un episodio de la lucha contra la dictadura, retenido por el imaginario antifranquista y por una grabación sonora realizada clandestinamente por uno de los abogados defensores. Obviamente, no hubo imágenes, pero sería reconstruido por primera vez en el cine en "Luna caliente" (Vicente Aranda, 2009), una de las pocas películas con referencias al proceso, realizada, claro, tras la muerte de Franco. Esta significativa anécdota puede dar una cierta idea del sentido de esta publicación. Se trata de un libro de relatos, configurado a modo de secuencias, de mayor o menor sentido y duración, pero de especial significado con el hecho antifranquista como hilo conductor del periodo reflejado entre 1939 y 1975, que se inicia con el ajusticiamiento de las Trece Rosas y se detiene justo en la muerte del dictador. Y entre tanto, el recuerdo de la dictadura franquista, teñido de sangre en su "modus operandi". También, la presencia de la resistencia, violenta o pacífica: el maquis, la huelga general política, la lucha armada y la cuestión nacional con episodios especialmente llamativos, entre los muchísimos detallados, como los de Julián Grimau, Enrique Ruano, Granados y Delgado, la huelga minera en Asturias, el Consejo de guerra de Burgos, el atentado contra Carrero Blanco, el Proceso 1001, las ejecuciones a garrote vil de Puig Antich y Heinz Chez, y los fusilamientos de cinco antifascistas de ETA y FRAP en setiembre de 1975. Quien lo lea encontrará una Historia del antifranquismo;también, un libro de cine, en su detallada filmografía, de ficción o documental, de aplicación en al ámbito de la educación y memorialista. Igualmente, se destruyen muchos mitos, por boca de sus protagonistas más directos, como el que perpetúa la idea de que el atentado contra Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973, elevaría los años de cárcel a los dirigentes de CCOO juzgados aquel mismo día, o que impidió conmutar la pena capital a Puig Antich, ajusticiado un trágico 2 de marzo de 1974.