Una mañana fría de invierno, Paula se siente triste, sobre todo cuando entra en la habitación de sus padres y ve a Biel cogido al pecho de su madre, mamando plácidamente en la cama de sus padres: el rey de la casa. Ya basta! Paula ha decidido que se irá a vivir con el abuelo, el único que le hace caso. Pero huir de casa sin que nadie te vea no es tan fácil y hay muchos obstáculos: ¡toda una aventura!