Desde finales del siglo XIX, un gran número de estudiosos del Nuevo Testamento ha trabajado con la creencia de que, si no todas, la mayor parte de parábolas de los evangelios sinópticos son atribuibles al Jesús de la historia. En este quinto tomo de Un judío marginal, John Meier cuestiona ese consenso y defiende mediante una sólida argumentación que solo cuatro parábolas (El grano de mostaza, Los viñadores perversos, Los talentos y La gran cena) pueden ser asignadas al Jesús de la historia. Meier aborda el controvertido tema de las parábolas con el mismo rigor y la misma penetración que le granjearon elogios en los anteriores volúmenes de Un judío marginal. Con este tomo trascendental, el autor enriquece todavía más su magistral obra y da un paso ingente en su continua búsqueda del Jesús histórico.