Los kilómetros no significan nada para la zorra azul. Lo único que sabe es que está exactamente donde debería estar. Despierta y empieza a caminar. Mientras tanto, Leila se embarca en un viaje propio, en busca de la madre que creía haber perdido. Bajo la luz infinita de un verano en el Ártico, el mundo es vasto, salvaje y asombroso. A través del hielo y a través del mar, las aventuras de la zorra azul y Leila dan comienzo