En los últimos tiempos ha ido cambiando la finalidad de la escuela durante los primeros años, sobre todo de los 0 a los 3 años. La tarea estrictamente asistencial se ha sustituido por una importante función educativa que responde a todas las necesidades del niño/a y le ayuda a interpretar el mundo que le rodea. Desde esta perspectiva, tanto en el jardín de infancia como en el parvulario se ha de ofrecer instrumentos para ir desarrollando el pensamiento matemático.