THOMAS DYLAN (Swansea, Gales, 1914 - Nueva York, 1953). Alimentado en la infancia y adolescencia con la savia de la tradición celta de su Ga les natal, ya a los veinte años conmovió el ambiente literario de Lond res con un libro que proponía una poesía mágica, oscura pero también n atural e instintiva, sostenida por una personalidad capaz de proponers e como mito de una generación. Fue periodísta, guionísta cinematográfi co y de radio, inigualable recitador y narrador, pero sobre todo, y si empre, poeta de impetuosa vitalidad. Incapaz de adoptar una norma de v ida, murió a los treinta y nueve años, destruido por el alcohol. Su úl tima frase: . La personalidad poética de Thomas se distingu e de la mayor parte de las voces del siglo por la originalidad de una dicción en la que se funden, sobre el sustrato celta, los movimientos y redescubrimientos más significativos del siglo, desde los surrealist as franceses hasta el visionarismo de Blake y las metáforas audaces de los metafísicos del siglo XVII. Hay que recordar además que el elemen to unificante de tales influencias lo constituye la personal concepció n que Thomas tenía de la oralidad de la comunicación poética, según un a apasionada tradición de su tierra.