En esta profunda obra Krishnamurti explora la futilidad de buscar el conocimiento de lo "incognoscible" y muestra que sólo cuando hemos dejado de buscar con nuestros intelectos, podemos estar "radicalmente libres" para experimentar la realidad y la verdad. Presenta a "la mente religiosa" como la que percibe directamente lo sagrado, a diferencia de la que se adhiere a un dogma religioso.