Julio César y Tito Labieno. Amigos inseparables. Guerreros invencibles. Enemigos eternos. Roma, 88 a.C. Cayo Julio César es sólo un niño cuando conoce, en las calles de la Suburra, a Tito Labieno, y con el sella una amistad destinada a perdurar en el tiempo. El ambicioso Julio César emprenderá años más tarde una heroica carrera militar que lo llevará a combatir primero en España y en las Galias, en una campaña militar repleta de éxitos siempre con Labieno a su lado. Juntos desarrollan las más hábiles estrategias y llevan a cabo extraordinarias hazañas en el campo de batalla que los hace, casi, invencibles. Sin embargo, mientras el éxito y el reconocimiento militar y político de César no para de crecer, las voces contrarias empiezan a surgir desde el Senado, y hacen peligrar su futuro. Las desavenencias con Quinto, hijo de Labieno, y los sinsabores de su relación con Servilia, su amante, no hacen más que enturbiar su campaña hacia el poder, lo que obliga a muchos, incluso a Labieno, a tomar partido. Y es muy posible que nadie salga ganando.