La micología es una actividad que se desarrolla en la naturaleza y cada día que pasa tiene una mayor acogida entre la gente común. Salir al campo, disfrutar de una bonita jornada en entornos naturales y con buena compañía, se ha convertido en una moda sana entre la gente que encuentra en los espacios abiertos un remanso de paz y calma. Pero salir a recolectar setas puede suponer un riesgo si no se tienen los conocimientos adecuados y se toman las medidas necesarias de seguridad y prevención. Lo más importante es tener nociones sobre micología, hay que conocer los caracteres diferenciadores de cada seta para poder clasificarla con total precisión, en las setas no cabe arriesgar y caer en el erro, podría ser un último error. Saber sobre su época de fructificación, gustos y predilecciones es muy importante a la hora de poder localizar la seta que buscamos.Muchas regiones, comarcas y localidades han decidido acotar el recurso micológico regulando la recolección de setas en sus territorios. Es importante conocer las diversas normativas que hay para no cometer ninguna acción en la recolección que pueda derivarnos en una infracción sancionable. Pero la práctica recolectora no solo se trata de saber de setas y leyes. Existen determinadas disciplinas que están intrínsecamente unidas con la micología, como son el saber sobre hábitats, meteorología, orientación, el estudio y planificación de una jornada, o cómo obtener el mayor provecho gastronómico al recurso micológico.