Esta obra de Pirandello es un hábil drama, a la vez teórico y empírico, que trata sobre los elementos de la moderna dramaturgia enfocados desde nuevas perspectivas: el autor, el director de la compañía, la construcción del texto escrito y su concordancia con el texto escénico, en fin, los límites del teatro. La realidad, libertad e individualismo de los personajes, que reivindican su autonomía como trasunto de la agonía vital de los seres humanos, son vistos como un juego teatral pero sin dejar de ser, trágicamente, metafísico.