Escrito para los padres, este libro presenta una idea revolucionaria: los niños son muchísimo más inteligentes de lo que sospechamos. Los padres desaprovechan el potencial infantil, y no enseñar lo adecuado en la edad en que más fácilmente se absorbe cualquier tipo de información. Leer no es una asignatura como la geografía, sino una función cerebral más. Glenn Doman ilustra con sorprendentes casos reales lo fácil que es enseñar a leer a un niño pequeño y el gran beneficio que la lectura temprana proporciona tanto a los padres como al niño. Asimismo, el autor enfatiza que el proceso ha de ser divertido. Realmente nos muestra que aprender a leer no es una tarea rutinaria. Es una experiencia llena de diversión, de alegría y de grandes logros y orgullo, abriendo otra maravillosa senda en el largo camino de la madurez plena.