«Soy devoto lector de Epicuro, Gracián, Joubert y Séneca. Sumo a la obra de estos sabios maestros, que me acompañan en mi mesa de noche, la obra de Juan Esteban Constaín». Álvaro Mutis ¿Es posible reinventar el pasado ¿Hasta qué punto puede la ficción cambiar el curso de los acontecimientos Marcelino Quijano y Quadra,payanés ilustrado e invencible tahúr, hombre de todas las épocas y de ninguna, se dedica a fabricar ficciones, un oficio tan misterioso como él mismo. Roba cartas de papel y husmea en ellas no solo para rastrear la novela que yace en toda suerte ajena sino también para reescribirla y salvarla, como un dios discreto, anónimo y bienhechor. Su última misión es tan absurda y delirante que si no hubiera ocurrido de verdad sería increíble: la firma de la paz, en 1988, entre el Reino de Bélgica y el Departamento de Boyacá, en guerra, sin que nadie lo supiera, desde 1867.Tras el éxito de El hombre que no fue Jueves, Juan Esteban Constaín regresa a la novela con una historia en la que entremezcla magistralmente la realidad y la ficción, esa dualidad fundamental que define y le da sentido a la vida.La crítica ha dicho: «La más reciente y muy bien lograda novela del escritor payanés lo mantiene en su tendencia histórica, en su estilo sobrio y elegante, en su pulcro manejo de la lengua castellana y en su prurito de altos dominios de la cultura». Jorge Iván Parra Londoño, El Tiempo «Una obra sorprendente, erudita, que surge de la pluma de un gran escritor colombiano». Gabriel Echeverri González, La Crónica del Quindío «¡Qué novela!, qué aventura más bien armada, qué divertimento». Diego Aristizábal, El Colombiano