Michael de Montaigne (1533-1592) recogió en sus ensayos los más variados temas del hombre y de la naturaleza. En estas páginas expone los gustos y el afecto que deben acompañar toda actividad educativa, "de otra suerte, -dice Montaigne-, el discípulo será sólo un asno cargado de libros, si la ciencia se le administra con el látigo".