La Cruz de Hierro fue, desde 1813, la condecoración más estimada por el soldado prusiano. Una cruz permaneció en el olvido. Y ésta pertenecía a un piloto de caza español que consiguió 162 victorias en combate. El periodista que investigó la historia intentó arañar más información. En balde. El ejército español mantuvo el silencio.