La democracia española tiene poco más de cuarenta años (anteayer, como quien dice). Y su consolidación se debe a la voluntad que han mostrado políticos de muy diversas ideologías, en ocasiones enfrentadas, de construir un proyecto compartido. Nacho Corredor ha tenido la oportunidad, en la última década, de vivir de cerca algunos de los acontecimientos que han marcado la historia del país, tanto en el sector público como en el privado, en los medios de comunicación o la universidad. De esas experiencias nacen estas reflexiones. El activismo tranquilo no es un manifiesto filosófico y tampoco una crónica política. Solo trata de animar desde el análisis en primera persona y desde el compromiso político a seguir manteniendo viva la necesidad de luchar cada día por la democracia, en un contexto de polarización extrema y del aumento de una visión reaccionaria de la historia. Este libro es un manifiesto en favor de la convivencia, que toma partido sin ser partidista. Un manifiesto escrito desde la subjetividad de un millennial nacido en Santander, crecido en Catalunya (y que sueña en catalán) y que vive y trabaja en Madrid. Un manifiesto subjetivo, sí, a favor de la vida en comunidad.