Este pequeño libro de consejos nace del deseo del autor de ayudar al estudiante desorientado, y del empeño en liberarle de la sensación de angustia e inferioridad que suele atravesar cuando realiza un esfuerzo intelectual continuado. Pero también se dirige a todos aquellos que, en sus múltiples ocupaciones, no han renunciado a leer, escribir y pensar. El autor sugiere así modos de potenciar la propia preparación intelectual y la concentración, animando a alternar el descanso y el esfuerzo, y orientando al lector a expresarse con estilo y construirse sólidamente mediante la lectura.