El libro de Mira Almodóvar da una transparencia acabada a lo que no siempre es sencillo de entender en Spinoza, quizá porque sea algo que cuestiona todas nuestras convicciones espontáneas: ese delicado equilibro de lo activo y lo pasivo en la determinación afectiva de los hombres en sociedad, le corresponde administrarlo a la política.