Esta obra ha sido concebida para todos los profesores cristianos: los que viven latiendo en el corazón de la fe y los que se han enfriado, los que están trabajando en colegios religiosos como los que ejercen en centros públicos, los profesos en una orden religiosa o los padres y madres de familia, los jóvenes y los mayores. La propuesta es para todos ellos, porque lo que supone ser cristiano y profesor les es común. El libro consta de cuatro partes. En la primera se aborda el «quién» de un profesor cristiano y qué supone para la docencia su identidad como tal. Luego se presenta el análisis -desde una perspectiva más antropológica- de la docencia cristiana en la relación con el alumno. En tercer lugar se considera cómo puede el profesor cristiano acompañar espiritual y religiosamente al alumno y, vinculado a ello, la manera en que el profesor se convierte así en evangelizador. En cuarto y último lugar se trata sobre el modelo de sociedad para el que educamos, y cuáles son los signos de esperanza que el profesor cristiano puede realizar y promover para recrear una cultura y una sociedad en clave evangélica.