Eva, personaje mítico de los orígenes judeocristianos y protagonista de los primeros capítulos del Génesis, es la mujer con peor fama del mundo, acusada de haber traído el mal a la humanidad en el jardín del edén. Sin embargo, esta idea, incorporada a la tradición y la cultura, nada responde al relato de Génesis 2-3. En esta obra la autora realiza una minuciosa lectura de estos capítulos y hace justicia a Eva, resaltando su importancia como lo que es: un referente fundamental de la humanidad.