Este libro destaca la dimensión samaritana y servicial que corresponde al diaconado, y en particular al permanente y nos ayuda a comprender mejor quiénes son los diáconos permanentes, a quién representan y cuál es su misión en medio del mundo y en nombre de la Iglesia. Los diáconos desarrollan tareas de evangelización, liturgia (administran el Bautismo y el Matrimonio y presiden las exequias) y específicamente labores dentro de la Pastoral social y caritativa. El autor analiza todos estos aspectos desde su propia experiencia personal e integra la «doble sacramentalidad» por estar casado, y al mismo tiempo, la vida familiar y profesional.