Un triángulo peligroso y apasionado Si el amor es un fluido único que pasa a través de cuerpos sucesivos, esta historia es un fragmento de ese río. Desde la oscuridad del placer afloran unas biografías amorosas que se entrecruzan hasta crear un solo caudal, y arrastrada por su corriente furiosa brilla también en el interior de la carne la hoja de una navaja como la última forma que adopta el destino. El amor es lo eterno y no lo amado, dice un verso de Cernuda. Ésta es la historia de un hombre que se debatía entre la melancolía del fin de la seducción y la necesidad de medirse a sí mismo todavía como un héroe para rescatar de la destrucción a una mujer con el arma de las palabras, de los viajes imaginarios, de los sueños imposibles al alcance de la mano. A través del cuerpo de esta mujer el amante derruido se encontraría resucitando en otro cuerpo. Nada que no suceda todos los días. Manuel Vicent