Con desbordante imaginación y sentido del humor, Kivirähk nos lleva en esta historia de vuelta al universo de ensueños y sorpresas de la infancia. Aunque en apariencia la familia Olmos lleve una vida rutinaria y con pocas novedades, la verdad es muy distinta: todos sus integrantes tienen un mundo secreto al que acuden para vivir su sueño en silencio. El hijo pequeño, Efrén, se desliza por debajo de la mesa para llegar a un reino lleno de animales donde es un poderoso mago al que todos admiran;Belén, su hermana mayor, sube en el ascensor hasta Nubelandia, para jugar con sus amigas bailarinas. La madre, mientras tanto, se escabulle a un palacio real a través de una puerta oculta;ahí convive con personajes de lo más variopinto y también enfrenta temibles peligros. Y el padre, que nunca mueve un dedo y se pasa el día frente al televisor, sale por la puerta trasera de su coche, que da a un polideportivo donde es el más hábil y admirado de todos los atletas. En el mismo edificio viven también un excéntrico conserje, que tiene su propio mundo secreto;una niña que no deja de decir mentiras y un escritor amargado que ha olvidado cuál era su sueño. Así, con el paso de los días y sin advertirlo, los personajes irán tejiendo una historia que se complicará cada vez más, porque ¿qué otra cosa puede ocurrir cuando resulta que los sueños son más importantes que la realidad