Con el sentido de urgencia y la honestidad que una metástasis impone, la psicoanalista y escritora Mariela Michelena repasa su intensa vida en un encuentro imaginario con su sobrina. Haciendo gala de su natural sentido del humor y su capacidad para emocionar al lector, la autora articula el relato de su vida en las relaciones que la han convertido en la mujer que es, entre las que destacan: sus hermanas, su abuela, sus primeros amores, la hija que no tuvo, las amigas y Fernando. Sabiendo que en el viaje final que haremos todos es mucho más importante lo que dejamos en tierra que lo que embarcamos con nosotros, Mariela decide contar a su sobrina las historias que aún no se había atrevido a compartir. Cumple así con la promesa de contarle su vida y, de paso, reconocer a ese libro bastardo que había publicado con pseudónimo tiempo atrás. Y decide contarlo porque, habiendo tenido que aprender a vivir sin hijos, sin nietos y sin pechos, no piensa aprender a vivir sin palabras.