En el Libro del desasosiego estamos ante una profusión inédita de imágenes que operan como un calidoscopio, compuesto de fragmentos, en el que la sensibilidad y la lucidez de su autor se hermanan para mostrarnos un universo de una extraordinaria complejidad humana. Uno de los retratos más asombrosos de la ciudad de Lisboa y mapa espiritual del hombre moderno que hacen de ella una de las obras magistrales del siglo XX.