Stefan Zweig (Viena, 1881-Petrópolis, 1942) fue desde el principio de su carrera un escritor de éxito pero también un autor exigente, dueño de un mundo y un estilo propios. Tocó todos los géneros literarios y ninguno se le resistió, excepto quizás el de la poesía, a la que nunca volvió, una vez pasada su primera juventud. Hombres de Genio es un libro inmensamente ameno y muy a la medida de los gustos y capacidades de Zweig, siempre interesado por lo que él llamó «los misterios de la creación artística». Zweig mantuvo a lo largo de toda su vida un intensa relación amistosa con muchos grandes creadores de su tiempo. Se reúnen aquí una miscelánea colección de textos de homenaje intelectual a figuras de la talla de Verhaeren, Rodin, Toscanini, Theodor Herzl y Máximo Gorki, por citar solo un puñado de nombres. Nuestra edición se enriquece con un prólogo de la escritora M.ª Ángeles Robles. A.L. Zweig traza el complejo paisaje intelectual de una época concreta, ceñida a las tres primeras décadas del siglo pasado. Stefan Zweig nació en Viena, en 1881, en el seno de una familia pudiente. Ello le permitió consagrarse desde muy joven con entera libertad a las letras, así como a su otra gran pasión: los viajes. Después de dos libros de versos publicó un drama, Jeremías, cuyo estreno fue prohibido en Alemania durante la Primera Guerra Mundial, representándose después en Zurich. Zweig se trasladó a Salzburgo y allí comenzó a especializarse en el género que había de otorgarle una tan extensa celebridad mundial: las biografías de grandes hombres. Aparecen así sus famosas trilogías: Tres maestros, Tres poetas de sus vidas y La lucha contra el demonio, su magistral biografía de Fouché;sus novelas Amok, Veinticuatro horas en la vida de una mujer, etcétera. Estrena con gran éxito una adaptación del Volpone de Ben Jonson. Establecido en Londres durante tres años, continuó viajando y aumentando su producción incesantemente. Después se instaló en Brasil, en Petrópolis, donde se suicidó a comienzos de 1942.