Estos relatos, arrancados de «una España que agoniza», ponen el foco en la pérdida de identidad de millones de personas que salieron de los pueblos;y lo hacen «consagrando a su autor como un maestro del relato costumbrista, que se adentra en la historia con un estilo suelto de escritor veraz». Cada casa que se cierra, con cada pueblo que se abandona perdemos un tesoro inmaterial que no podrá ser sustituido: La comprensión del patrimonio arquitectónico, el uso de remedios naturales, el cancionero, los dichos populares, las costumbres y tradiciones, los conocimientos agrícolas y ganaderos, los aprovechamientos forestales, el uso responsable de los recursos hídricos No es una entelequia, es la evidencia que trae una aculturización que nos vulgariza y llena de contradicciones. Integra esta obra trece historias tejidas por el mencionado hilo conductor, con la pretensión de que su lectura resulte ágil y entretenida. Aunque en un solo cuerpo, en cada una de ellas late el corazón de una historia diferente.