«Una persona sabe que las cosas van mal cuando ve llover por la noche». Esa es la enseñanza premonitoria que la madre de Alma y Cristian les dejó como legado. Pero Alma ya no está, desde hace quince años, y Cristian vuelve para vengarla a un pueblo definido por su nombre: El Calvario. La venganza no tiene fecha de caducidad y el refugio en la fe de la iglesia no alcanzará, quizá, para salvar a Julio García, dueño del pueblo, de una justicia que no será divina pero sí implacable.