En las cuatro breves piezas que componen este volumen, entramos en el universo más personal de Jordi Soler. A través de sus páginas, escritas desde la orilla celeste del agua, reflexiona sobre la música y el silencio;traza una cartografía del enamoramiento y sus vasos comunicantes;critica la era tecnológica y la pérdida progresiva de los espacios para la introspección y el pensamiento;reivindica el aquí y el ahora;defiende la mirada activa, el diálogo;evoca lecturas, discos, películas, poemas, piezas de la memoria: historias en el mar de historias. La orilla celeste del agua es, en fin, un valiente alegato contra un devastador modus vivendi anclado en exceso en las nuevas tecnologías y en la hipervelocidad del siglo XXI;una lúcida reivindicación de la realidad que está fuera de los mapas.