Un coleccionista de libros, una víctima de malos tratos, un suicida, un terapeuta y un mendigo son, entre otros, los protagonistas de esta colección de relatos, personas comunes que transitan por espacios fronterizos de territorios hostiles. Lugares donde quedar atrapados para descender a sus propios abismos, para navegar entre las ciénagas de sus vidas, en el reborde de sus miedos, sus desesperanzas, sus delirios y sus soledades, sin paz y sin consuelo. Dicen que una vez allí, el pensamiento se vuelve inservible y las negras sombras les cubren por completo, hasta dar un color gris oscuro a sus almas. En ocasiones, creen avistar otra orilla y, en su encuentro, atraviesan tempestades donde lo único que pueden hacer es meterse de cabeza, taparse los ojos y atravesar el remolino que les va engullendo, para perderse allí, quién sabe si para siempre. Pero hay quienes les han visto volver, a tientas, entre la neblina, como un glorioso ejército de heridos de guerra que avanzan erguidos, insolentes, con rigidez, osadía y sus almas renovadas.