Seguir viviendo juntos, tener esperanza en el futuro... Todo depende ahora de la ayuda de la Karcharías y su capitánà Chakuro escucha el trágico pasado del Dios de la Muerte y descubre así el gran pesar de Orka, obligado a destruir con sus propias manos y contra su voluntad la isla de Kítrino, el lugar que más amaba, por orden de Salinkári. Comprende entonces que el ataque a la Ballena de Arcilla fue consecuencia del dolor que sentía por esa irreparable pérdida. Por eso, entre lágrimas, Chakuro ruega ayuda a un desesperado Orka, que pretende quitarse la vida...