Mansfield Park ocupa el centro exacto de la producción novelística de Jane Austen. Asentada como autora tras los éxitos de Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio, exhibe un estilo propio y reconocible, basado en el fino uso de la ironía y del retrato de personajes, pero ya se perciben el desencanto y la madurez de Persuasión. El personaje de Fanny es uno de los más fascinantes y complejos de toda la obra de Austen, y dota a la novela de una profundidad que parece anticipar el realismo y el naturalismo de la segunda mitad del siglo XIX. Todo ello hace de Mansfield Park un clásico de las letras inglesas que bien merece una relectura.