Hay una piedra de toque, angular, de la poesía en clave de autenticidad. Sobre ella, se ha construido esta obra. Es la de estar hecha con la materia o arcilla de la vida, de la impresión personal, de la "vivencia", como diría la fenomenología. No nos mienten estos poemas. Su letra y cadencia brindan la mejor prueba: ôcuando aún es invierno y arde el fríoö (...) Cada verso nos descubre algo de la interioridad de Ramoneda, en un pausado ritmo;nos la hace accesible a través de la descripción del paisaje, sin por ello caer en protagonismos. (De la presentación de Javier Barraca).