El silencio, cuando te acompaña, te acaba descomponiendo. La inercia del silencio es un lugar donde ni el movimiento ni la quietud tienen voz propia;donde tanto el amor como el desamor se intuyen. Un espacio donde cada sentimiento se hace inmenso y permanece para siempre en el cuerpo, atrapado como un pájaro que no puede volar. En estas páginas están guardadas las palabras de una niña que creció asustada y las de la mujer que se atrevió a entender sus miedos hablando con ella.