A veces las marcas que nos deja la vida son tan intensas, que emborronamos el presente con el dolor del pasado y el silencio. Pero Marisa, una mujer gallega valiente y tenaz, no permitirá que los errores cometidos en su juventud, ni los prejuicios, lastren su destino. Su hijo, Roberto, a través de los recuerdos de su adolescencia, recrea la admiración incondicional a su madre y reprocha el desamparo hacia su progenitor. Sentimientos encontrados que exploran las vidas cotidianas en unos años difíciles, sobre todo para las mujeres, en una villa de Galicia.